I have become comfortably numb

Un pequeño tributo a los Dioses (Pink Floyd, claro está):



La verdad, I think that I'm becoming comfortably numb, porque ahora me identifico mucho más con este tema... la interpretación de esto está sujeta a debate.

Día nacional de la mediocridad

Amanece este 23 de marzo, el recuerdo del mar "cautivo" por el "chileno invasor" hace brotar algunas lágrimas entre los más patriotas, y los bolivianos se preparan para conmemorar un año más de mediterraneidad. Este hecho parece llenar a la mayoría de la gente de un irracional desprecio y odio contra el vecino país y sus ciudadanos.

Es mi honesta y humilde opinión que eso es una mierda de elefante con problemas de digestión. La culpa recae casi totalmente en la famosa fiestecilla carnavalera, que impidió que la mísera fuerza armada boliviana defienda el Litoral.
Pero, ¿hay alguien que odie el carnaval? ¿soy sólo yo el que ve en el carnaval un enemigo público mayor que muchos? ¿Y acaso nadie ve que la gente chilena es gente en todo el sentido de la palabra? ¿nadie comprende que el chileno promedio es más culto y más educado que el boliviano promedio? Los dejo con estas interrogantes capaces de joder el día a cualquiera,no sin antes opinar que la gente es idiota, porque sólo un idiota seguiría haciendo festejos a la tradición que ya le ha costado un brazo, o en este caso, un litoral.

El AntiReggaetón: Unit, Atajo y un agresor no identificado

Hola de nuevo, mis pocos y leales lectores. El otro día (no me acuerdo qué día) fui a un concierto infantilmente llamado "Antireggaeton", secuela de una infantil idea hecha pública por medio de una cadena por e-mail, debidamente ridiculizada por lord Kain Kasbeel (Un buen amigo mío, ex blogger). No fui porque tuviera la aspiración de, mediante un concierto, eliminar esa gonorrea verbal y auditiva mal llamada "reggaeton", sino porque tocaban dos bandas bolivianas muy buenas: Unit y Atajo. Así, estaba disfrutando sanamente de los orgasmos mentales que me provocaba Unit, cuando me doy cuenta que un tipo x que estaba a mi lado me veía con cara de pocos amigos. Un hecho sin importancia, pensé yo; talvez yo estaba al lado de sus amigos, y él quería estar en mi puesto, pensé en el momento, así que bajé un peldaño en las graderías del Teatro al Aire Libre. Lo que pasó después me hizo dudar de mi conjetura: después de bajar unos dos escalones, vi a mi derecha, y adivinen qué fue lo que vi: al mismo x, con la misma cara de culo descrita antes, ahora mascullando ininteligiblemente. Creo haber escuchado la palabra "maricón" filtrarse entre sus murmullos. Bueno, para evitar un baño de sangre, subí medio teatro y me senté en un lugar cercano a los baño (por si las dudas), y también próximo a un grupo de "polsías"* (también por si acaso), y en medio de mis frenéticas sacudidas de melena, distinguí al estimado x, casi al otro lado del teatro, mirandome fijamente. Confiado por la verde presencia, y sin la menor gana de perderme un buen concierto, dediqué mi tiempo a ver a las ragazze que por mi lado pasaban, pocas, pero simpáticas; y a disfrutar de la buena vibra que despedía Unit. Después de un rato, y para escuchar mejor a Atajo, volví a bajar a primera fila, y empecé a saltar como chango con "Que la DEA no me vea", cito:




Que la D.E.A. no me vea que me causa estrés////



Y es más el abuelo me enseñó a pijchar

Y es más el hambre me hace olvidar

Y es más el akulliku no se perderá

Y es más el cansancio me lo va quitar



Que la D.E.A. no me vea que me causa estrés////

Que la D.E.A. no me vea ////





No mates al cocalero

La coca no es cocaine, yankee motherfucker!

No acoses al cocalero

La coca es milenaria



Yankee mother fucker/// GREEN GO!

Yankee mother fucker/// GO HOME!


Que la D.E.A. no me vea que me causa estrés////

Que la D.E.A. no me vea ////



Que la D.E.A. no me vea, GREEN GO!

Que la D.E.A. no me vea, GO HOME!





Y en una de mis sacudidas con vuelta (uno de esos giros producto a una repentina falta de equilibrio), me situé frente a don x, que estaba una fila mas atrás que su amigo relator. Francamente me empecé a poner un poco nervioso, porque reconocí la vaga mirada y la boca floja de la persona que ha estado "navegando el espacio sideral" con plantas psicotrópicas acompañadas del viejo alcoholatum en el muchacho x. Bueno, no le dí mayor importancia, porque a mi lado habían dos "polsías"*, y si se armaba barullo, iban a haber "detnidos" para las celdas "polsiales" de la PTJ, y probablemente de la FELCC también. Y hasta uno de esos momentos se fue más al centro, así que seguí saltando como los primates de los que todos descendemos, sin preocuparme más; hasta que un individuo "y" se me acercó, con cara de pocos amigos también, y me dijo en voz alta (para hacerse escuchar sobre la música) y con tono muy serio: "Oye, mi cuate te quiere sacar la puta, nosotros le vamos a distraer, vos andate", entonces incliné mi cabeza hacia la derecha un poco, y ví a x mirándome fijamente a lo lejos. Entonces dudé un segundo, musité un leve "bueno", y lentamente subí las gradas, dispuesto a hablar con los "polsías" sobre este incidente. Éstos me dijeron: "No se priocupe joven, nosotros nos stamos fijando para que nuayan problemas", y justo en ese momento acabó el concierto, y yo aproveché el fragor de la retirada para buscar mi camino hacia el exterior. Jamás en mi vida volví a ver a don x o a ninguno de sus amigos, y espero no hacerlo jamás.

Este hecho me hizo pensar: parecería que en este país todos odian a todos, y ni en un lugar donde supuestamente todos estamos unidos contra un enemigo común pueden dejar de haber pasos chuecos. De todos modos el concierto estuvo muy bueno, y valió los 15 machacantes que pagué por la entrada. Y no guardo rencor por x, es sólo el producto de una sociedad excluyente y odiadora.

Aaah, y en la próxima reseña de un concierto voy a poner fotos.


*"Polsía" significa policía, en dialecto boliviano.

El Pueblo

Aviso: Para entender con totalidad este artículo, el lector habrá de leer el anterior artículo de esta categoría (El Baluarte de mi Mente), y además tener un coeficiente intelectual mayor que 100.


Alrededor de la fortaleza siempre hubo un pueblo. Se podría decir que el pueblo creó la fortaleza, pero a veces el baluarte parece haberse creado solo, y se ve solo también, a pesar de la gran actividad que hay en los alrededores.

Aunque no afectó mucho a algunos de los moradores del castillo, hubieron grandes cambios en el pueblo. En realidad es como si hubieran existido dos pueblos en el mismo lugar.

El Primer Pueblo fue un sitio pequeño, pero antiguo, un lugar cargado de historia; que fue víctima de la manipulación de hombres indignos y sin honor. Los hechos se los reservo a los historiadores, simplemente diré que el pueblo se desplomó a los pies de la fortaleza, quedando unas cuantas ruinas, testigos mudos de la caída del lugar. No era un sitio grande o variado, pero era tranquilo, acogedor y muy antiguo, en el que el castillo era notable, no pasaba desapercibido; además del baluarte habían muy pocos edificios igual de grandiosos, al menos eso pensaba el Señor del castillo, y por esa razón no salía mucho ni visitaba otras construcciones, generalmente se quedaba en su palacio. Muchos de las personas que habitaban o frecuentaban el castillo tenían propiedades en el pueblo; en realidad, los lugares más imponentes o interesantes pertenecían a nobles del palacio, el resto del pueblo estaba compuesto básicamente de casuchas hechas siguiendo al parecer un mismo patrón, o construcciones mal hechas, grandes pero rústicas. Por esto mismo era un lugar tranquilo, los intereses no eran muy grandes ni se estrellaban los unos contra los otros; no había mucho movimiento, ni el problema que el movimiento excesivo acarrea. Después de la caída del Primer Pueblo mucha gente murió o escapó a tierras más prometedoras; entonces llegaron los colonos y empezaron a construir el Segundo Pueblo.

El segundo pueblo había aparecido tan fugazmente como había desaparecido el primero. Grandes construcciones se alzaban día a día, gracias a la gran tecnología traída por los colonos. Muchos de estos edificios eran centros de las artes, las letras y la filosofía; universidades y academias, escuelas, teatros y museos, todos llenos de maestros brillantes. El nivel de vida subió vertiginosamente alrededor del castillo, que ya no era la única edificación imponente en el paisaje, otros palacios y castillos se fueron alzando poco a poco, cada vez más cerca del Baluarte. Así el castillo perdió algo de su importancia, y el respeto del Señor casi desapareció junto al Primer Pueblo. Pero el Baluarte no había perdido poder, y el amo no perdió su habilidad de usar ese poder, al contrario, se empezó a preparar para tomar el control del Segundo Pueblo como hizo antes con el primero.

Spooky Fest - Harlot y la buena vibra

El día que llegué a esta ciudad para quedarme definitivamente, había una tocatta organizada por una buena amiga, el nombre de la tocatta era"Spooky Fest" y a pesar de estar casado con el viejo... eeer... digo, cansado por el viaje, decidí ir, principalmente porque se lo había prometido a mi amiga, y además estaba sediento de música. La tocatta era a las 9:00 pm, pero no empezó hasta las 10:30, algo típico de Bolivia y por tanto no digno de mucho revuelo. El primer grupo NO me gustó a pesar de la presencia arrolladora de un excelente guitarrista, la inflada vocalista no cantaba nada bien, era muy exagerada en sus ademanes, y decidió no bajarse del escenario hasta que se aburriera de cantar, así que cantó como tres temas de más, crispando los nervios de la mayoría de la gente del público. De las siguientes bandas, dos me causaron orgasmos mentales continuos: no recuerdo el nombre de la primera, pero era una que tocó al principio temas lentos, y después saltó directamente a un black metal estremecedor que me llegó al tuétano, la vocalista tenía la voz de una diosa; y la otra era Harlot, una banda muy buena que tocó temas de y muy inspirados en Nirvana, todos muy bien ejecutados.

La estrella de la noche fue mi querida amiga, que fue la que prácticamente sin ayuda, hizo salir adelante el evento. Después de que acabara todo el show, nos quedamos a charlar y tomar traguines (ellos) y coca-cola (yo), y ahí ví algo que en mi ciudad natal jamás había visto: gente de mente bien abierta. Desde el principio me dí cuenta de que no eran los típicos "rockers" que odian a todo el mundo, al contrario, era gente muy amable, muy sincera y muy tolerante respecto a otras formas de pensar. Éste tipo de personas me hacen pensar que el mundo no está conformado exclusivamente por asnos (Donkey!), y me devuelven un poco la tranquilidad. Gracias, muchachos de Harlot, son geniales!. Y tú, Transilvanian Concubine, eres lo máximo!

Con todo el descule armado en el Spooky Fest, llegué a mi casa a las 5 de la madrugada... bonita forma de empezar una vida en esta ciudad, no creen?.